Entrevista a los autores de 'Rabia del Sur', por Mode Aranda y Carlos de Iracheta, Shiftmagazine (03-05-2013)
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- Producciones Cañavil (Dibujos de Marcos Antonio Cañada - Historia de Francisco Javier Villalba)
La realidad destripada en viñetas
Es un clima de corruptelas políticas, personajes de moral laxa y tramas judiciales dignas del mejor thriller de John Grisham el que vivimos hoy en día. Con estas bases se antoja necesario contar con buenas historias ambientadas en nuestras ciudades y que reflejen todos estos tejemanejes. Pues bien, ya podemos leer una de esas historias, y además en un formato tan entretenido y visual como el cómic. Hablamos de Rabia del Sur, que ya lleva varios meses publicándose en www.rabiadelsur.com, y que está haciendo las delicias de todo aquel que se topa con él. Hemos hablado con sus autores, Marcos Antonio Cañada y Francisco Javier Villalba, que nos han contado curiosidades sobre cómo se gestó todo, y han destripado un poquito más la actualidad malagueña.
¿Cómo surgió la idea?
MARCOS: El tema surge de los recursos que tiene Fran para escribir. Como yo soy mucho menos imaginativo a la hora de inventar una historia, le decía: "Oye, escríbeme algo, escríbeme algo". Y con nuestros caminos profesionales, cada uno por un lado, nos juntamos y nos dijimos: 'Oye, pues se puede crear un thriller acojonante con los tiempos que corren".
FRAN: Si no recuerdo mal, íbamos con unas entradas que nos regalaron para los toros (risas). Estuvimos viendo los toros. No es que seamos muy taurinos, pero bueno, es parte de nuestra cultura. No recuerdo ni quién toreaba. Después fuimos a tomarnos algo, que nos gustan también esos momentos de expansión.
M: Un día de Feria de Málaga.
F: Anduvimos como ocho kilómetros, que Marcos me puteó vivo.
M: Si sí, que yo no soy de andar.
F: En ese tránsito de un lado para otro, hasta las dos o las tres de la mañana, empezamos a hilar el tema. Vimos esa noche... que tú (en alusión a MARCOS) hiciste fotos incluso, una Feria de Málaga ya terrible, en un punto demencial. En la Plaza de Tita Conchi…
M: Gente tirada en el suelo entre vómitos, gente desnuda por la calle. Estábamos alucinando, y de ahí surge: esto es más turbio de lo que parece.
F: Esa no es la feria que la gente visualiza. Y está documentado, que tiene fotos de aquella noche. Y así empezamos con la idea… y esto quizás no se sabe mucho, pero para la primera historia el título provisional era Perra del Sur, que era la historia de una mujer muy turbia.
¿De ahí salió Sandra?
F: Empezó por eso, pero después nos pareció que nos iban a interpretar como de hecho nos han interpretado ya, porque en uno de los comentarios que aparecen en la web nos tildó una señora de violentos y de políticamente incorrectos con las mujeres, y le dijimos que eso no era así. La verdad es que el fundamento empezaba con el disparo, a través de una mirilla, a una mujer. Buñuel pegaba el corte en el ojo, y nosotros hemos pegado el tiro en la mirilla.
M: Es que mujeres malas hay igual que hombres. Y nosotros en ningún momento nos hemos dicho: "Esto no porque vaya a ser que moleste, o esta clase de dibujo tan explícito no".
F: Y no es violenta por violenta, todo tiene su sentido y su lógica, y aboca hacia un final en el que entiendes las razones. Yo creo que es por el hecho de que sea una mujer que está desnuda en la primera página y que encima un tío le mete un tiro. Pues sí, esa era la idea.
M: En los medios globales, si escuchas cualquier tertulia de radio, todo tiene que ser tan políticamente correcto y tan idealizado. Ese concepto de que sólo se habla mal de un par de cosas. Los políticos y no sé qué. Lo demás es todo demasiado correcto.
F: Aunque la política está entrando actualmente en un estado de incorrección brutal…
Al fin y al cabo se trata de eso. Representar lo más fielmente posible la realidad.
M: Es lo que nos ocurre muchas veces. Vas por ahí paseando, o en el coche, y dices: "Mira, ¿ves al “personaje” ese? Si lo dibujaras, ¿tú crees que la gente diría, pero ¿cómo has dibujado a ese tío, si eso es irreal?" Es algo que está ahí, la realidad siempre es superior a la ficción.
F: Es cierto. La realidad nos ha alimentado en los últimos tiempos. Lo dijimos en el primer post en el que presentábamos el anteproyecto. La realidad de los últimos años es tremenda, y cada vez está peor. Hemos ido desarrollando el proyecto y es que está encajando perfectamente en lo que hay. Lo que hay es sórdido. Lo que hay es muy sórdido.
M: En otras entrevistas nos preguntaban: "¿Es una novela gráfica de denuncia?" Bueno, no, no es la intención, te lo puedes tomar como quieras. La idea es tratar de hacer un thriller de calidad. Si coges contextos más reales, actuales o contemporáneos... eso es cosa del creador.
Siempre parece que si tocas los mismos temas, pero ambientados en el siglo XVIII, por muy duro que sea, la gente no te va a criticar tanto. ¿Se escandalizan con el "esto es lo que me va a tocar a mí en el día a día"?
F: A nosotros también nos interesa tocar un poco los huevos a la gente, si esa es la manera de espabilar un poco. Si te jode que haya un chorreón de sangre, pues no entres en la web. ¿Es que cuando ves cómo están las cuentas políticas no te jode igual? Si se trata de pegarte un golpe de conciencia, pues también, todo vale. Nosotros pensábamos contar una historia sucia, pero la suciedad ha venido al hilo de las cosas. Y sobre todo que fuera en Málaga, porque nos parecía que no había novela gráfica ambientada en Málaga. Para nosotros integrar los espacios malagueños ha sido esencial.
M: Es que si lo ambientas en el siglo XVIII, y haces algo muy turbio, no pasa nada. En cambio, si focalizas a un nivel local, alguien de Málaga ve el Ayuntamiento y dice: "Joder, ¿tan corrupto es nuestro Ayuntamiento?" Pues mira, a lo mejor lo es o no. ¿Quién sabe?
La microrrealidad desde luego ha sido una influencia, ¿no? Las peleas de gallos, de perros, los bajos fondos…
M: Yo vivo relativamente cerca de la Palmilla, a un kilómetro, y he visto en una glorieta una pelea de gallos, con veinte o treinta tíos en lo alto de la glorieta echando gallos a pelear. ¿Esto es el paseo marítimo de la Malagueta? No, esto es Málaga también.
Claro. Parece que desde los medios se nos quiere hacer ver que Málaga sólo es el centro histórico, Calle Larios, el Festival de Cine, los chiringuitos, etc.
F: A nosotros también nos interesaba contar con personajes que nos llevaran por entornos muy dispares. El Parque Tecnológico (PTA) representa también una Málaga idealizada gracias a la Europa omnipotente de hace unos años que permitía que se abrieran empresas que eran insostenibles, y hoy da hasta pavor entrar allí. Esa era una línea para poder presentar nuestros dos elementos, el B1-a y el B1-ß, que son los que dan juego a la historia. Que apareciese el PTA, el Ayuntamiento, etc, y la otra parte, y que se fueran entrecruzando. Porque de hecho la parte turbia puede tocar la turbidez del otro lado y entrecruzarse.
En ese momento, como para dar la razón a los argumentos de Fran, aparece el típico personajillo malagueño que sin apenas articular palabra, únicamente para dar las gracias, pide un cigarro, se lo enciende y se va.
F: Mira, un “personaje”. Esa microrrealidad, por supuesto, ha sido una influencia.
¿Pero y la macrorrealidad? La de los fondos europeos, el PTA, la corrupción política… ¿eso lo habéis mamado de las noticias?
M: Se intenta que todo sea bastante real, pero es ficción. Con que eches un vistazo todos los días a los periódicos y a los medios en general estás viendo eso. No es que tengamos datos concretos de que haya fondos europeos perdidos, ni nada de eso.
F: Eso es una realidad. Que ha habido empresas que han funcionado con fondos europeos. Otra cosa es que estuvieran desarrollando un prototipo químico tal. Eso es parte de la ficción. Pero quien lo quiera negar es negarlo por negarlo: el PTA se ha movido con pasta que ha venido de Europa cuando Europa estaba apoyando proyectos para que esto creciera. Eso ha existido. ha habido empresas que han estado cogiendo pasta para proyectos insostenibles, que a la postre se han defenestrado. Sin embargo, toda esa infraestructura se ha creado, y ahora es una infraestructura fantasma.
M: Lo que pasa es que está ese nivel, con muchos millones de euros, que sigue siendo ese espacio turbio y oscuro, y después está el más pequeñito... el reventa en frente de la plaza de toros. El nivel de corrupción los intentamos representar en todos los estratos.
F: Y que los estratos se cruzaran. Sí es cierto que la prensa día a día nos ha motivado, claro. Yo creo que a ti (a Marcos) a visualizar parte de la historia. Porque lo que yo le doy es bastante gráfico, en el sentido de que están todos los diálogos, los detalles, etc. Sin embargo, luego hay cosas que, después, cuando él las traslada, yo las había visto de una forma y él las expresa de otra, y me gusta más la suya casi siempre. Pero, vamos, que efectivamente el entorno ha sido fundamental.
M: Aunque lo mismo podría haber sido en cualquier otra ciudad, más pequeña o más grande. En el mundo de la novela gráfica, Málaga no está representada. Sí haces una historia negra tiene que ser Nueva York, Chicago, a lo sumo Barcelona, el Rabal, o el París oscuro. Y nosotros nos dijimos, por qué no hacer algo de aquí, que nos creemos que lo oscuro viene de fuera y vivimos en un decorado perfecto. Incluso si te vas a un pueblo de 1500 habitantes, vas a ver sus corruptelas: el depravado, la tía peligrosa, el camello, el ladrón, el político corrupto... y gente buena también, aunque a nosotros contar zarandajas de princesitas no nos interesa.
¿Y el bueno de nuestra historia, Andrés? Parece que son todos malos, pero este personaje puede arrojar algo de nobleza.
M: Ahhh... (risas) eso no es revelable. De todas maneras, no hay ni muy malos y ni muy buenos. No hay un superhéroe y un villano tal cual. Todos tienen su parte de nobleza también.
F: Hombre, Leonardo es un cabronazo, es el antihéroe. Pero llegará un momento en el que no lo veas tan cabrón.
Ahí están los fundamentos del cine negro, ¿no? Esos personajes que se mueven entre la luz y la sombra.
M: Siempre tienen su parte positiva y muchos lados oscuros, que a veces no hay que revelarlos. En el mismo cine negro vemos al bebedor, que fuma mucho y ¿quién es mejor, el héroe o el villano? Esa duda es la realidad, nadie es tan bueno ni tan malo.
F: Ahí narrativamente lo teníamos muy claro. Si quieres ver cualquier influencia en Rabia del Sur, está ahí. Somos los dos muy cinéfilos y contrastamos mucho cómo vemos ciertas películas. Por ejemplo, cuando sale Sandra del hospital tiene que salir como en una película de los 50, con el pañuelo en la cabeza, que parece que la estás viendo en una película de Hitchcock.
M: Incluso a nivel estético. No es ni el blanco y negro puros del cómic, es decir, tinta china y papel blanco, ni en color. Es en escala de grises, que tampoco es usual ahora. No sé si es que no está de moda o no funciona comercialmente; a nosotros nos da un poco igual. Una de nuestras influencias era el cine negro y, además tiene la misma elaboración o es incluso más difícil que el color.
Bueno, tenemos entonces Málaga como eje de sordidez de occidente, y por otro lado os vais a Bangkok. ¿Habéis intentado establecer ese paralelismo en la otra punta del mundo?
M: ¿Dónde se van los depravados de vacaciones? (risas)
F: Es una contratrama. Tailandia tiene también sus dos versiones. La versión idealizada de los templos, las playas y los masajitos... como se ha ido un amigo nuestro, a aprender masaje tailandés en un entorno idílico por tres euros al día. Y luego tienes los barrios chungos de comercio de la carne y trata de blancas. Y allí es donde pensamos que nuestro Desiderio, cuyo nombre lo dice todo, tiene que ir. Y lo hace todo: hay una página que muestra a nuestro Desiderio en su apogeo en Tailandia, y lo que no se revela lo rellenas tú como tú quieras.
M: Lo atractivo que tiene el mundo del cómic es eso. Los espacios en blanco entre viñeta y viñeta. Deja que la imaginación los rellene.
F: Eso lo tenemos muy claro: queríamos dejar muchos espacios abiertos a la imaginación del lector... que el lector siga tras las puertas de ciertos sitios que no se revelan. Tu mente que complete, como el maletín de Pulp Fiction.
M: Sí, el cómic es la forma de narrar una historia con ciertos criterios, y que además, en lo visual... lo que a mí me toca... te puedes explayar más. ¿Ahora qué haces? Escribir una novela o un guión para una película… No hay financiación para el cine, ni tenemos los conocimientos. Pero es que el cómic, que en muchos casos está poco valorado, es una forma narrativa tan contundente y de tanto nivel como puedan serlo una novela o la mejor película. Y es que parece que valoramos más lo de fuera. Cualquiera sabe lo que es un manga, pero preguntas a alguien por cómic español y se queda en blanco.
¿Sois lectores habituales de cómics?
F: No no, a Marcos le puedes preguntar. Él es el que me lió a escribir esto, y después me tuve que meter en un género que no conocía y que te obliga a tomar una serie de medidas. Que todo sea corto, que tengas tramas alternativas, la síntesis… Yo creo que es muy parecido al guión cinematográfico.
M: Sí sí, yo soy un devorador.
¿Y qué cómics te han influido o te han dicho: "Por aquí puedo enfocar esto"?
M: Realmente todo lo de calidad me gusta. Puede ser un manga o de superhéroes. El género me da un poco igual. Puede ser la típica novela gráfica idealizada o muy personal, e incluso biográfica, que está ahora muy de moda. Si está bien, está bien. Pero, vamos, que mi influencia sobre todo son los años 80 en España y algún francés, como Moebius, que es casi un dios. Y en España hubo una remesa de señores consagrados con etapas muy malas, pero que en los 80 eran muy buenas, como Jordi Bernet, o José Ortiz, con historias tremendas que, si ahora empiezan a reeditarse, son de total actualidad y de una calidad impecable. Lo que no entiendo es por qué existen altibajos cuando, por ejemplo, la literatura de género negro no decae. Supongo que no se fomenta bien, o porque existe esa barrera de que el cómic es para adolescentes. Vamos, mi influencia… cualquiera es buena. Japonés, Jiro Taniguchi, que para mí es un supercrack. Americano contemporáneo... un guionista brutal es Ed Brubaker, que hace género negro y también tiene encargos para hacer los X-Men. Franceses, pues Loisel, Moebius…e incluso Jodoroski como guionista, que a pesar de salir mucho en los medios como pensador y filósofo, de lo que vive es de hacer guiones de cómic.
F: A mí Marcos me pide que le escriba una historia y yo se la escribo (risas). Realmente mis influencias son más de cine... y literarias. Yo estudié Filología Hispánica y tuve un montón de literatura leída, española y foránea. Conozco los géneros de alguna forma, pero no deja de ser lo mismo: contar una historia con los recursos del espacio y el tiempo. Nosotros nos movemos en el espacio de la viñeta y la página, y cada página tiene que tener una cierta cantidad de información con un punto de entrada y de salida, y eso se aprende relativamente rápido. Al principio recuerdo que Marcos me decía: son unas 6 viñetas por página. Y cuando empiezas a escribir y a hacer los primeros bocetos, ya le coges el ritmo, y a partir de ahí, en mi opinión, cualquier historia, llevada a la novela gráfica o al cine, tiene que tener varias tramas alternas que se van cruzando y varios personajes. Hombre, si la tuviera que escribir como una novela, probablemente tendría que ser más larga.
Ese descarne y esa oscuridad, aparte de en la falta de color, también lo vemos en el trazo. Trazo sucio, con rostros poco definidos…
M: Sí. Por buscar un contrapunto, no puedes dibujar a Tintín. Un periodista aventurero, con una línea clara, limpia y sencilla. Tiene que ser un trazo enérgico. El grafismo es muy importante. Si tú coges, como he visto recientemente y no voy a mencionar qué novela gráfica es, y cuentas una historia que está muy bien, que es oscura y negra, y los colores son pastel, pues no lo entiendo. Que a lo mejor es una innovación, pero yo no lo veo así. Todo eso lo vamos conversando y ligando, porque él tiene mucho concepto visual, que viene del cine.
F: A veces yo le digo: "Pues, mira, el encendedor lo tienes que ver desde esta perspectiva para que se le ilumine la cara como en El Tercer Hombre, cuando descubren a Harry Lime". Y él me pilla a la perfección.
La idea la gestasteis en un principio... ¿Sobre la marcha vais cambiando mucho de parecer?
F: Respecto a la historia no hay cambios significativos. Se han hecho algunos, pero en la historia no. En la primera página se introdujo posteriormente el tema de los desahucios, por ejemplo, porque eso en un principio no existía. Es un tema de actualidad.
M: Sí que hay páginas totalmente descartadas. El concepto de la historia no cambia, pero sí que a lo mejor narrativamente no funcionaba la posición de una viñeta, el movimiento de un personaje, alguna vista de un barrio, pero en cuanto a diálogo y a guión, la historia es la que es.
F: Es un entorno colaborativo el que se crea. Hay que entenderse bien para hacerlo, porque si no, puedes estar chocando constantemente, y creo que no es nuestro caso. Tienes que entenderte medianamente, y él y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Existe una afinidad en algunas maneras de ver las cosas, y puedes prever cómo las va a resolver. Algún cambio en el guión hizo. Por ejemplo, cambiar las Islas Caimán por Gibraltar.
M: Como dibujante, el trabajar con alguien con quien no tengas afinidad puede ser insoportable. Una pelea constante. Conoces a gente que son dos tíos encumbrados en el mundillo y se llevan a matar. Y cuando lees el cómic ya sabes qué no funciona. Hay dibujantes que son superestrellas y que tienen sus conceptos y sus típicos planos, y les des lo que les des te lo van a dibujar igual. Y hay guionistas que también, que sin saber dibujar te hacen un pequeño guión gráfico, que me parece muy bien: cuantos más detalles le des al dibujante, mejor, pero estás forzando la máquina y quizás restando algo al dibujante.
Vuestro cómic se publica en Internet y por entregas. ¿Notáis que fidelizáis a la gente?
M: Estamos viendo que desde Latinoamérica hay gente que nos sigue. Nos han escrito desde plataformas de México, Chile…
F: Lo que no hemos conseguido repetir es lo del primer día. La apertura tuvo casi 600 visitantes en un día. Había 25 personas conectadas a la vez, y que iban rotando y rotando. Eso es algo que, no siendo un medio de prensa, es prácticamente una barbaridad. Lo que sí hemos ido notando es una rutina de visitas y desde una serie de sitios.
M: A nivel editorial, si lo haces en papel, ¿a quién vas a llegar? A librerías especializadas, gente que es muy fan y que lo compra por Internet. Con mucho mucho éxito puedes llegar a 3000 ventas. En la web 3000 visitas las puedes tener en cualquier momento.
F: Y además tienes un control sobre tu audiencia y sobre cómo quieres mostrarlo. No estamos supeditados a los mandatos de ninguna editorial, lo hacemos como hemos decidido hacerlo. Y la periodicidad, era esencial para nosotros porque es la manera de conseguir obtener retorno. Siempre te dejo una puerta ahí…
M: ¿Por qué tienen tanto éxito las series últimamente? Aparte de porque se hacen con mucha calidad, como la HBO, por ejemplo... Haces algo en condiciones y lo vas entregando semana a semana, y funciona. ¿Por qué antes la serie tenía que estar por debajo del cine? Pues ahora, en muchos aspectos, hay algunas series que superan a muchas películas. Pues lo mismo, el concepto de entregas.
F: El concepto de dosis tiene una presencia especial en nuestro imaginario. El B1-a se inyecta por dosis y nosotros damos dosis cada semana. Alguien nos decía por ahí: "Que necesito más dosis, que son muy pocas".
Y viendo que está encajando bien y está teniendo cierto seguimiento ¿habéis dado vueltas a proyectos futuros?
M: Siempre que nos reunimos hablamos de nuevas ideas.
F: Sí, sí, es algo que está ahí. Pero tenemos otras cosas. Los dos trabajamos en cosas que no tienen nada que ver. No estamos en los circuitos del cómic. Lo que sí creemos es que la potencia que adquiere Rabia del Sur está por venir. Hemos puesto 25 dosis de golpe y ahora os las estamos dando una a una. Cuando llegue el Puente de los Alemanes, que parte la historia en dos, así como une el río que parte Málaga en dos, probablemente la perspectiva sobre el personaje más turbio de la historia cambie. Y no creo que la gente pueda decir: "Ah, esto me lo esperaba". Nos movemos en un terreno en el que no tratamos sólo una trama turbia de mafiosos y corrupción. Hay también una historia humana en la que se cruza Leonardo con Sandra.
En eso no hemos entrado todavía, pero evidentemente, aparte de toda esa corrupción, existe una historia humana. El personaje de Andrés, con esa obsesión por vengarse de los que han pegado a Sandra, no sabemos qué pasará con el embarazo… Supongo que a raíz de eso surgirán una serie de hostilidades y afinidades que están encaminadas a enganchar al lector.
F: Quizás el Puente de los Alemanes marca ese giro.
M: Como elemento estético es muy potente, y también parte la historia en dos. Surge como una bisagra para que el que esté un poco enganchado diga: "Esto ya no lo puedo dejar".
F: Aquí los personajes, como las personas en la vida real, cambian. Igual que nos decían en algún foro: "Sandra, que tía más perra!". Pero es que mujeres así las hay. Existen.
M: Luego, a otro nivel, ya de publicación, pienso que el formato web que hemos elegido es muy adecuado. Todo lo que se hace en el mundo del cómic a nivel web es lo mismo. Pagas, te lo descargas en PDF y es como si lo compraras en papel. Y gracias a los conocimientos de Fran hemos creado un formato distinto: puedes jugar con los colores, con las cabeceras, etc.
Y dada la buena acogida que estáis teniendo, ¿habéis pensado en sacar una edición impresa cuando terminéis de publicar?
M: El mundillo editorial del cómic está totalmente obsoleto, y no hacen por evolucionar. El único formato nuevo es: "Te lo vendo por Internet", pero con el mismo concepto. Copiar el papel. Vamos a intentar reinventarnos. Decimos que en tiempos de crisis a la gente se le agudizan todos los sentidos, pero hay gente que ha estado cómoda mucho tiempo, y quieren seguir en esa comodidad, sacar 10 publicaciones al año y ganar mucha pasta, y ese concepto, desde mi punto de vista, está agotado.
F: La industria editorial impresa también está en un periodo coyuntural muy duro. Los periódicos están cerrando las ediciones impresas. Ahora el Washington Post, me parece, ha sido uno de los que ha cerrado parte de sus contenidos. Tienes 15 noticias al día en abierto, y si quieres ver alguna más tienes que pagar una pequeña suscripción. Ese modelo se está imponiendo. El otro día El País hablaba de ello: de importar ese modelo a España, pero como aquí estamos habituados a tener los contenidos públicos, probablemente no funcione. El impreso está muy bien, pero nosotros vamos primero a nuestro canal, en el que nosotros podemos dominar la edición. Pero ¿tú coges los derechos de tu obra y se los cedes a una editorial por 10 años por una cantidad estipulada? A lo mejor no te conviene, por 3000 o 6000 euros. Y dices: "Esta editorial se lo come". Pero ¿y si nos lo comemos nosotros? A lo mejor no, o sí, pero es nuestro.
Texto: Mode Aranda
Fotografía: Carlos de Iracheta y Mode Aranda